Sobre mí

 

Hola, soy Lucy y quiero contarte brevemente por qué hoy estoy aquí compartiendo esta guía contigo.

A los 28 años tuve mi primer ataque de pánico. Estaba en la oficina, en medio de una etapa emocional muy difícil: acababa de terminar una relación porque sentía un miedo irracional —creía que si me casaba, algo le pasaría a mi abuela. No sabía que dependía emocionalmente de ella, y ese pensamiento me consumía.

Vivía bajo mucho estrés laboral, con desórdenes en la alimentación y queriendo hacer todo a la perfección. Un día, el 21 de noviembre de 2013, mientras trabajaba sin parar frente a la computadora, sentí una presión extraña en el estómago. Tomé un bocado de comida y fue como si algo explotara dentro de mí: salté de la silla con una crisis que nunca había vivido.

Corrí a emergencias. No encontraban nada. Me hicieron estudios, endoscopias... y todo salía “bien”. Dos días después, ocurrió otra vez mientras montaba un stand para un evento. Otra emergencia, mismos resultados: “no tienes nada”. Pero yo sentía que me moría.

Fue un amigo que venía desde EE.UU. quien identificó lo que realmente me estaba pasando: ansiedad.

Ahí comenzó mi tratamiento farmacológico y psicológico, pero yo no me quedé de brazos cruzados. Todos los días buscaba, leía, investigaba cómo calmar mis síntomas, cómo entender lo que me estaba pasando, cómo recuperar mi paz.

Y fue en una de esas búsquedas que encontré esta guía.

No te la recomiendo por negocio. Te la comparto porque yo estuve ahí. Sé lo que es sentir que tu cuerpo te traiciona. Sé lo que es no tener respuestas médicas, sentir miedo constante, y pensar que no vas a volver a ser tú misma.

Por eso, si estás pasando por algo parecido, quiero decirte esto con el corazón en la mano:

No estás sola. Y sí hay una salida.

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Con amor y esperanza,
Lucy